
Las alarmas se dispararon a las 21.30 horas del domingo en Mestalla. En el runrún de los vestuarios corrió el rumor de que Negredo podía volar a Inglaterra y de que Alfonso García, presidente del Almería, había dicho que no podía garantizar que iba a seguir en el club. Son declaraciones no oficiales que se malinterpretaron. Alfonso García no estaba dispuesto a vender a su jugador franquicia. Sólo si el Fulham hubiese puesto los 18 millones de euros necesarios para hacer frente a su cláusula de rescisión y el futbolista hubiese dado el paso, el caso Negredo hubiese ido a más. El Almería acalló rápido el rumor desde por la mañana. Negredo no se mueve. Primero, porque si rechazó 12 millones de euros del Mallorca en verano no iba a vender ahora, a mitad de temporada y dejando al equipo en una situación deportiva delicada.
Además, cualquier traspaso de Negredo no es rentable para la entidad. El Madrid se llevaría el 50 por ciento de la cantidad, y eso siempre ha frenado a la dirección deportiva. Alfonso García sabe además que, a niveles de popularidad, haber dejado escapar a Negredo hubiese supuesto un desgaste brutal de su crédito. Y no estaba dispuesto a que pasase eso. Hugo puede estar tranquilo. Negredo seguirá, al menos, hasta final de temporada, cuando se especula que el Madrid podría repescarlo para hacer negocio. Y lo hace feliz, porque después de un par de meses de desencuentro con el gol, en Mestalla hizo dos goles. El Animal ha vuelto.
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