Ayer se vivió uno de esos partidos que se recordarán siempre. Una remontada histórica en la que tuvo mucho que ver el empuje de la gente, que insufló fuerzas al Almería cuando más las necesitaba. El club dice que fueron 15.500 espectadores, pero a todo el mundo le pareció que había muchas más.
Después de una temporada en la que apenas acudían los socios al Mediterráneo, parece haberse producido un cambio radical. Este punto de inflexión llega, en buena parte, por la decisión del presidente, Alfonso García, de abaratar las entradas para que la afición acudiese en masa al estadio.
García salió maravillado de La Rosaleda una jornada antes. Vio como 25.000 personas empujaban al Málaga a remontarles un 0-2. Entonces, García quiso que Almería jugase el mismo papel. Nadie podía imaginar, que esta vez, sería al revés.
El equipo iba perdiendo 0-2 al descanso, pero salió enchufado en la segunda mitad y logró una remontada histórica. “A por ellos, oé” o “vamos Almería, vamos campeón”, fueron algunos de los cánticos que más sonaron en el Mediterráneo.
Ahora queda la duda, ¿pasará lo mismo la próxima vez que el Almería juegue en casa? ¿Tendrá que ‘regalar’ las entradas de nuevo el club para que la gente vaya al campo? Aún queda tiempo para conocer la respuesta y saber si la comunión entre equipo y afición es una realidad.
Después de una temporada en la que apenas acudían los socios al Mediterráneo, parece haberse producido un cambio radical. Este punto de inflexión llega, en buena parte, por la decisión del presidente, Alfonso García, de abaratar las entradas para que la afición acudiese en masa al estadio.
García salió maravillado de La Rosaleda una jornada antes. Vio como 25.000 personas empujaban al Málaga a remontarles un 0-2. Entonces, García quiso que Almería jugase el mismo papel. Nadie podía imaginar, que esta vez, sería al revés.
El equipo iba perdiendo 0-2 al descanso, pero salió enchufado en la segunda mitad y logró una remontada histórica. “A por ellos, oé” o “vamos Almería, vamos campeón”, fueron algunos de los cánticos que más sonaron en el Mediterráneo.
Ahora queda la duda, ¿pasará lo mismo la próxima vez que el Almería juegue en casa? ¿Tendrá que ‘regalar’ las entradas de nuevo el club para que la gente vaya al campo? Aún queda tiempo para conocer la respuesta y saber si la comunión entre equipo y afición es una realidad.
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